En Más de lo mismo tenemos un espacio abierto para aquellos amantes de la escritura que deseen compartir su material en nuestro blog. Hoy en el editorial de Más de lo mismo presentamos De on a off.
De on a off
Halar el gatillo, saltar de la ventana, ingerir algún veneno o tirarse a un trenson las más comunes formas en las que una persona decide quitarse la vida. Todo ser que ha nacido bajo las condiciones biológicas conocidas hasta hoy inevitablemente va a morir; joven, enfermo, saludable, accidentalmente o por la causa que sea el cuerpo quedará inerte y frío, hecho polvo con el vestigio de que algún día allí hubo una mente pensante, consciente y emocional.
El destino no es otra cosa más que acción y reacción, para todo acto hay una consecuencia. Los seres humanos estamos dotados sobre cualquier otro animal por la capacidad de decidir, el tigre ataca a su presa no porque haya analizado la estrategia perfecta para hacerlo, sino porque así lo dicta su instinto, así lo determina su evolución. El ser humano por el contrario sabe que sus palabras y sus actos tienen un peso¿Por qué entonces si tiene la posibilidad de elegir a cada segundo la forma en la que guía su vida no va a poder tomar la decisión de acabar con la misma?
No se trata aquí de debatir temas religiosos, de si es pecado e irá al infierno, o si su alma quedará en pena vagando en alguna dimensión paralela, al fin de cuentas ¿Quién sabe qué pasa después de la muerte? Hasta el momento, después de miles de años de existencia del hombre, no ha vuelto al menos uno para decirnos que hay después de la vida, allá en la temida muerte. A veces creo que es como acostarse a dormir de forma profunda pero sin un despertar y ¿Qué hay más placentero que dormir?
Hay diversas opiniones respecto a un suicida, en su mayoría paradójicas ya que la mayoría lo tilda de cobarde por no enfrentar las vicisitudes de la vida, pero al mismo tiempo defienden su coraje por tomar la desprendida decisión de dejar el mundo terrenal, hundir el botón de reiniciar, cambiar de dimensión, dejar atrás todo lo que alguna vez se conoció, perder la memoria, soltarse al vacío, ver todo negro, pasar de ser a no ser cambiando de ON a OFF.
El suicidio no se trata de cobardía o valentía, es una forma de demostrar que como humanos podemos decidir a cada segundo, ¿para qué esperar la muerte con la piel hecha pasa? ¿Para qué seguir viviendo la misma película repetida y sin salida? ¿Acaso no se puede suicidar aquél que es feliz? La vida es hermosa en todo su esplendor desde el canto de un pájaro en la madrugada, hasta los colores de un atardecer sin olvidar la emoción de un beso, sin embargo no todo dura para siempre y la vida inevitablemente llega a un final, es por eso que el suicida no debería ser visto con pesar por el simplehecho de haber sentido que era suficiente.
Astro Walls
Editorial - De on a off
No hay comentarios.:
Publicar un comentario