miércoles, 20 de mayo de 2015

Todo un Orgasmo Intelectual, película Ninfomanía

Hoy Más de lo mismo trae una opinión sobre la película Ninfómana.  


Sabía que tenía que dejar los tapujos atrás, dejar el morbo al lado y saber que no solo iba a ver una película pornográfica, sino una de las más salvajes y poéticas historias. En la mitad del primer volumen empecé a cuestionarme sobre la verdadera situación de Joe –la protagonista de la película- pero ella solo me lo decía, “para mí la ninfomanía, es cálida”, todavía siento como la frase retumba en mi cabeza; pero más allá de frases y discursos marcados por la realidad de la cinta, esta última película del controvertido y brillante Lars Von Trier, ha dado mucho de qué hablar, todos quieren verla. ?Quién no?. Lastimosamente está censurada en toda Colombia; este país tradicionalista, ¿no sería esto una ofensa a un director y más de la talla del danés? En Turquía fue prohibida.


Recuerdo cuando vi Melancolía, esos diálogos tan filosóficos y esa historia tan compleja, es la misma sensación con Ninfomanía, esa búsqueda del director de ponernos a jugar con la mente, a cuestionarnos, a que interpretemos por nuestra cuenta los detalles; esa interesante propuesta visual, luz natural, cámara al hombro, esas analogías que hace con el tema de la música y por supuesto la vida sexual de una mujer, como lo asegura la docente de Cine de la Universidad Cooperativa de Colombia, María Cecilia Castañeda, Lars Von Trier se rebela contra los usos indiscriminados de los efectos especiales en sus películas.


La entrevista completa a María Cecilia Castañeda, Profesora de Cine UCC.



Esos estados de ánimos por los que pasé fueron distintos, ninguna película por muy buena que sea produce eso; primero estaba oscuro, opaco y callado; luego te sorprende esa torrencial canción de Rammstein Führe Mich, descargando todo ese poder que le da paso a la mordaz y brillante historia.


Cuando empecé a conocer la historia de Joe entendí que no puedo juzgarla, somos seres humanos, disfrutamos del sexo, nos masturbarnos y nos encanta morbosear, hasta considero que somos varios los que hemos tenido una experiencia del sexo casual;  por eso ella no siente culpa por ser ninfómana, ni por haber causado tanto daño, al contrario solo habla de lo cálido que era para ella disfrutar del sexo, recibiendo la contraparte del diálogo por el viejo Seligman –que la recoge en la calle- es ahí donde se conoce lo complejo y el placer (orgasmo) intelectual al que nos expone Lars Von Trier.


El análisis psicológico que hay detrás de una ninfómana, es la verdadera ciencia de la película, no solo raya con el porno, sino que ahonda el personaje con ese bárbaro y obsesivo pensamiento. El primer volumen revela más las inclinaciones  de Joe, a mi parecer no es tan fuerte desde el punto de vista sexual, sino que nos muestra esas experiencias sexuales que la llevan a la adicción; el segundo volumen si revela una historia más encarnada, unas escenas más explícitas y un descenso de placeres que caen en picada con sus argumentos, simplemente somos presos de los placeres que la misma Joe nos enseña, explica y sorprende.


Según Nadya Sierra, Psicóloga de la Universidad Cooperativa de Colombia, es importante olvidarnos del morbo y hacerle una lectura a esos comportamientos sexuales que nos enseña la película desde las imágenes explícitas, ver como estas vivencias sexuales pueden conducir a ciertos trastornos, ciertos comportamientos que pueden alterar la funcionalidad del ser humano, por eso es importante trascender ese asunto que es tan mitificado y culto para esta sociedad como lo es la genitalidad.


La entrevista completa a Nadya Sierra, Psicóloga UCC



María Cecilia habla de algo muy interesante y es sobre lo que están pensando los críticos de la película, ella asegura, el por qué las películas burdas del cine no son censuradas, cintas donde se ven muertes, sangre y asesinatos por doquier y por qué esta película que enseña un mensaje a través de la sexualidad, con unas connotaciones gigantes alrededor del sexo es censurada; tiene razón, además hay que pensar en algo, ya estamos en la edad donde esos tapujos que tiene la sexualidad caducaron, es ahora donde se pueden contar historias del  sexo con toda sus derivaciones en el llamado séptimo arte.


Por eso sentí que la película no era de esas cintas porno, sino todo un arte, ligado a unos orgasmos intelectuales, con un bagaje cultural del director, con unas espléndidas y cuidadosas actuaciones y con una vagina que anhela su mayor satisfacción; que entre más tiene, más desea. Son dos volúmenes brillantes, ligados al placer de vérselos completos y sin vergüenza, claro está el glamur queda atrás, por eso me atrevería a decir que es más voyerista La Vida de Adele; lo que hace Ninfomanía es una introspectiva clara de que el sexo sin amor está de moda y que somos seres sexuales ligados a un placer que va más allá de nuestros propios e instintos deseos.


¡Qué viva el SEXO!


Link del blog: http://elqueplasmaideas.blogspot.com/


Andrés Felipe Morales López


Comunicador social


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