Si ponemos atención, podremos encontrar grandes aprendizajes para nuestras relaciones.
A todos nos chocó un poco el ver a Jim Carrey en un rol serio y además sentimental, pero, al menos de manera personal, me encanta El eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Pero más allá de hablar sobre la película en sí y su argumento, fotografía y otros aspectos técnicos, vamos a hablar de las enseñanzas sobre relaciones y amor que podemos sacar de este filme:
1. No es necesario tener cosas en común para que haya amor
“- No puedo encontrar nada que no me guste de ti.
- Pero lo harás”.
Clementine (Kate Winslet) y Joel (Jim Carrey) no tienen nada en común. Ella tiene el pelo azul, intereses bizarros, y un espíritu libre, mientras que él parece un hombre tranquilo y con tendencia a dar vueltas y vueltas sin hacer nada. Sin embargo, estos dos tienen una química intensa y un deseo aún más intenso de estar juntos para siempre. Su vínculo pasa por mucho más que gustarles las mismas películas o música, ellos enriquecen al otro y ajustan la manera en que ambos ven el mundo.
2. No puedes forzar el que haya conexión
“Demasiados tipos creen que soy un concepto. O los completo o los hago sentir vivos”.
Después de borrar la memoria de Clementine, Patrick (Elijah Wood) intenta hacerla enamorarse de él al recrear los recuerdos que ella y Joel compartían. Incluso va más lejos, cuando sin descaro la lleva a la misma laguna donde se enamoraron, y recita las líneas que Joel le dijo a ella. Aún así, ella no siente lo mismo por Patrick que por Joel, sus sentimientos eran específicamente hacia Joel como persona, no hacia las cosas que dijo o hizo. La atracción no es algo que se pueda controlar o analizar.
3. No escogemos de quién nos enamoramos
“Te he amado por mucho tiempo”.
Este punto va de la mano con el dos: se recalca que incluso después que un compañero anterior se borra de la memoria, el borrador a menudo vuelve a sentir algo por el borrado. Muchas veces la gente dice que si pudieran retroceder el tiempo hasta el momento en que conocieron a su pareja, quizá nunca se hubiesen sentido atraídos por esa persona. Sin embargo, en la película, tanto Clementine como Mary (Kirsten Dunst)sienten la misma atracción y química por sus parejas anteriores cuando las conocen por segunda vez. No saben por qué, simplemente tienen sentimientos muy fuertes por ellos. Una vez más, el amor no puede controlarse ni dirigirse, no hay una formula para el amor.
4. Es importante pasar por cosas buenas y malas para poder crecer como persona
“Simplemente…soy feliz”.
Cada personaje en la película desea revertir su proceso de borrado de recuerdos. Independiente del dolor que sienten cuando la relación termina, estos personajes saben que estos recuerdos son una parte esencial de lo que son y de quienes han llegado a ser. Sin estos recuerdos, no serían las mismas personas que son. Aceptémoslo, todos podemos aprender algo incluso de las relaciones más dolorosas.
Lecciones de amor que aprendí de esta película
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