miércoles, 11 de febrero de 2015

10 mejores planos secuencia de la historia

Repasamos 10 inolvidables planos secuencia de todos los tiempos


Birdman demuestra el virtuosismo de Alejandro G. Iñárritu al haber sido rodada a modo de un único (aunque falseado) plano secuencia. La película fue la encargada de inaugurar la 71 edición del Festival de Cine de Venecia, donde fue aclamada por la crítica, sobre todo por el papel de Michael Keaton. Además, 6 nominaciones a los Globos de oro avalan la calidad de la cinta.


Recordemos que en el mundo cinematográfico se habla de plano secuencia para referirnos a una escena filmada en continuidad, sin ningún corte entre planos, es decir, desde que el director grita “acción” hasta que éste “corta” la escena.


Aprovechando el estreno de Birdman repasamos los 10 planos secuencia más recordados, importantes y mejor elaborados de la historia del celuloide.


Sed de mal, Orson Welles (1958)


Contexto: Tres minutos y medio bastaron a Orson Welles para presentar uno de los arranques más frenéticos de una película, con gancho suficiente para pegar a la pantalla a cualquier cinéfilo.


¿Qué vemos?: Una trama de espionaje que arranca en la frontera mexicana, una pareja de altura formada por Charlton Heston y Janet Leigh y… ¡una sorpresa en forma de bomba! ¿Hace falta decir más?



Hijos de los hombres, Alfonso Cuarón (2006)


Contexto: Nos ubicamos en un futuro situado en 2027. Las mujeres han perdido la capacidad de procreación y solo un valiente Clive Owen parece capaz de salvaguardar el futuro de la especie cuidando de la persona a la que busca medio planeta: un bebé que aún permanece en el cuerpo de una joven embarazada.


¿Qué vemos?: Un trabajo excelso de Cuarón, con una cámara en múltiples giros. El plano recoge un estudiado movimiento desde el interior de un vehículo que alterna a cinco actores, entre los que destaca Julianne Moore, además del citado Owen. Se producen sorprendentes detalles en cada una de las situaciones que concurren, emboscada y disparo a bocajarro incluido.



Kill Bill 1, Quentin Tarantino (2003)


Contexto: Umma Thurman es una novia que clama venganza y no parará hasta encontrar a Bill y hacer justicia. Con este film y su secuela se escribió uno de los personajes más importantes de la filmografía de Tarantino, enfundado en un chándal amarillo y katanas que marcó tendencia entre los cinéfilos y amantes del cine tarantiniano.


¿Qué vemos?: Un seguimiento de la protagonista, Beatrix Kiddo (La Novia o la Mamba Negra) con un gran trabajo de cámara que combina varios ángulos y movimientos hacia delante, atrás e incluso cenitales.



Ojos de serpiente, Brian de Palma (1998)


Contexto: Si la fuerza con la que nos ata a la butaca desde el principio de la historia se hubiera mantenido a lo largo del metraje estaríamos hablando de una obra maestra sin paliativos. La trama de espionaje y policíaca se vuelve de segundo nivel pero el plano secuencia que estamos citando salva de lejos el film.


¿Qué vemos?: Un arranque de la película con más de 13 minutos sin cortar plano, donde de Palma enseña a varios personajes sospechosos y un pobre Nicolas Cage que solo quiere ver un combate de boxeo. Un asesinato tiene lugar en plena lucha de púgiles a los que no vemos pelear. Curioso y difícil plano secuencia que tuvo que ser repetido numerosas veces.



El secreto de sus ojos, Juan José Campanella (2009)


Contexto: Cuando el director de El hijo de la novia se pasó al suspense policíaco alcanzó las cotas más altas de su carrera. Ganador del Oscar a mejor film extranjero, con unRicardo Darín portentoso y una realización excelente, además tuvo la suerte de contar una historia creíble, bien estructurada y atractiva a pesar de su sordidez.


¿Qué vemos?: Comienza con una toma áerea de un estadio de fútbol donde se esconde un peligroso asesino al que la policía va cercando y persiguiendo por las inmediaciones interiores del recinto. Hay efectos digitales de postproducción pero este detalle no resta su brillantez.



La Soga, Alfred Hitchcock (1948)


Contexto: El maestro del suspense se adelantó a su tiempo y filmó una obra teatral desde dentro. Una proeza para la época, aprendiendo de memoria y calculando lo que duraban los rollos de celuloide para ir “yendo a negro” en algunos objetos y retomando el mismo punto en los momentos necesarios. En realidad hay solo 10 pequeños cortes, prácticamente inapreciables en 80 minutos de película


Qué vemos: Una de las películas más sólidas y sorprendentes de Hitchcock, con James Stewart al frente y el suspense y el clímax encerrados en un mismo escenario, en este caso un salón.



Boogie Nights, Paul Thomas Anderson (1997)


Contexto: Secuencia inicial de la segunda película de Anderson. El mundo de las fiestas y los productores del porno estadounidense en los años 80, con Burt Reynolds (como director de cintas X), Julianne Moore y un jovencísimo Mark Whalberg (camarero que se reconvierte a actor X).


Qué vemos: Arrancamos con las luces de neón de un local llamado Boogie Nights, al que llegamos en coche. Bajan de él su protagonista Jack Horner (Reynolds) y su acompañante Maggie (Moore). Entran en la discoteca y comienza la magia…



El resplandor, Stanley Kubrick (1980)


Contexto: La adaptación de la novela de Stephen King bajo el prisma de un cineasta autoexigente hasta el extremo y peculiar como pocos. Kubrick eligió a Jack Nicholson como Jack Torrance, escritor que se retira al alejado Hotel Overlook a escribir y cumplir un retiro “tranquilo”.


Qué vemos: Todos recordamos la habitación 237 y a las diabólicas gemelas, entre otras grandes secuencias, pero para este trabajado plano secuencia Kubrick hace que viajemos en triciclo con el niño (Danny) recorriendo junto a él los pasillos del abandonado y solitario hotel.



El juego de Hollywood, Robert Altman (1992)


Contexto: Una de las más cuidadas producciones sobre el mundo del “cine dentro del cine” desde las tripas de Hollywood y los productos que se quieren vender con el único fin de hacer dinero.


Qué vemos: El principio de la película con varios personajes que confluyen en estudios de cine a lo largo de 8 minutos en que la cámara pasa de unos a otros… hasta que una llamada telefónica interrumpe la secuencia.



Uno de los nuestros, Martin Scorsese (1990)


Contexto: La película de gangsters y mafia por excelencia con permiso de El Padrino y su secuela. Scorsese sorprendió a todos para bien con su historia de sórdidos intereses entre bandas, con Robert de Niro, Joe Pesci o Ray Liotta, entre otros.


Qué vemos: Scorsese consigue una gran potencia visual siguiendo a Ray Liotta y su chica al club Copacabana. Para ello, utiliza una Steadicam, que sigue a los personajes por detrás por pasillos, cocina y restaurante del amplio local. Impresionante y talentoso ejercicio cinematográfico.


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